jueves, 7 de noviembre de 2013

La materia oscura

Hace poco me dio la vena nostálgica y decidí volver a leer una historia que en mi juventud (a los 11 años) no pude concluir por falta de interés. Me refiero a la trilogía que da nombre a esta entrada y de la cual me dispongo a hablar en estas líneas. Como muchos sospecharán, el primer libro es el que dio origen a la película de "La Brújula Dorada", lo que espero que aumente el interés de los que la vieron por conocer la historia original.

Estas portadas son las que tenían los libros antes de que saliera la película del primero, es decir, los que tengo en mi poder. Se nota que ya tienen sus años.
"La materia oscura" es una historia fantástica en la que acompañamos a Lyra y a Will (este aparece a partir del segundo libro) en su aventura por salvar los mundos y cumplir un destino que ya estaba predicho desde hace muchos años. Se verán ayudados por un sinfín de personajes así como por un par de objetos muy interesantes: el aletiómetro (lo que en la película viene a ser la brújula), capaz de predecir acontecimientos en cualquier época, y la daga, la cual tiene el poder de abrir brechas entre distintos mundos y permite a su portador el tránsito por los mismos. Estos dos elementos fueron los que hicieran que me gustara la historia, porque lo demás es prescindible.

La trilogía en sí es interesante, la trama está bastante elaborada y teniendo en cuenta el público al que va dirigido la historia no posee fallos. Sin embargo yo cometí el error de releerla siendo una viejona (22) y me pareció una narración infantil, simple y... en fin, una destinada a preadolescentes. Con esto les quiero advertir que muchos de mis comentarios negativos se verán influidos por este hecho, pero que para una persona de la edad adecuada e idónea la historia es maravillosa.

Lo que sin embargo me pareció una estupidez fue el final, no por la naturaleza del mismo (a mí el destino que sufrieron los protagonistas me pareció el más adecuado), sino por esa nota de amor adolescente que casi me da arcadas en cuanto lo leí (las últimas 30 páginas del último libro, ya les aviso) y por la mala argumentación que usa el autor para indicar que el final debe ser ese y no otro. Si hubiera puesto que le salía a él de sus santos cojones estaría mucho mejor que el conjunto de excusas que colocó en su lugar.

Nunca supe si Will era pelirrojo como en las portadas de los libros o moreno, ya que el autor insinuaba las dos cosas. Eso es que se le cayó el tinte rojo XD.

Los personajes son muy simples, con solo dos o tres cosas destacables de su personalidad, pero no por ellos malos. Como leí en un comentario hace tiempo "son buenos personajes, pero el autor los usa mal". No puedo estar más de acuerdo porque en este caso es esa misma frase lo que se cumple. Lyra es la típica niña rebelde e irreflexiva, y aunque posee un buen corazón muchas veces la caga. Will es el niño maduro que por cisrcunstancias de la vida parece más un adulto (que se emboba en las últimas 30 páginas), por lo que es lógico que a mí me resultara más cómodo leer las partes en las que aparecía él.

El resto del elenco, con sus más y sus menos, son como mínimo curiosos y en muchos casos incomprensibles (yo no sé aún qué pretendían los padres de Lyra respecto a ella ni si la querían o no, pareciera que eran bipolares o algo). El caso es que tienen incluso menos miga que lo personajes principales y uno se da cuenta simplemente de quién era malo, bueno o ambas cosas.

Esta es la humilde opinión de una servidora. En primer lugar les aconsejo que se lean el libro solo aquellos a los que les interese la literatura juvenil. Para lectores más experimentados es más acertado que se ojeen algún resumen o que se vean la película.

Si alguien tiene algo que añadir u objetar a todo esto no tiene más que poner lo que siente en la caja de comentarios. Espero escribir pronto.

2 comentarios:

  1. No podría estar más de acuerdo con el final. Me pareció una metedura de pata de talla máxima. Era como si el autor huese dicho: "bueno, esto era todo lo que quería contar, el problema es que eso no tenía en mente ningún final. A ver... ¡Ah, ya sé, la clásica y empalagosa del amor eterno y perfecto! ¡Seguro que cuela, aunque no tengo ni pies no cabeza!"

    Por lo demás, no está mal.

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    1. He estado leyendo otras reseñas por la web (más extensas que la mía y más curradas), y por regla general a todos nos ha parecido una cagada en ese aspecto. Yo creo que aparte de no saber cómo terminar la historia Pullman debió de pensar: "Son chic@s de 11-14 años, seguro que tienen las hormonas revolucionadas y lo que quieren ahora son carantoñas. Se las voy a dar." GENIUS.

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