jueves, 19 de abril de 2018

Stardew Valley

     Ya por otras entradas anteriores pueden presuponer que los juegos en los que haya que mejorar o construir granjas me gustan. Y mucho, debo añadir. Es por esto mismo que me enamoré de este título que les presento a continuación y es, sin duda, uno de los mejores en su género.



     Situación: tu abuelo te cede como herencia una granja y tú, cansad@ de estar todo el día desperdiciando tu energía en una oficina de la compañía JoJa, decides probar la vida campestre y te vas para allá. Lo que te encuentras sin embargo se resume en la siguiente imagen...

OH, SHIT!

     Hay mucho trabajo por hacer, pero lo bueno de este asunto es que tenemos todo el tiempo del mundo. Como la inmensa mayoría de los juegos de este estilo, el ritmo lo marca cada uno y suele ser tranquilo, sobre todo al principio cuando no tenemos mucho con lo que trabajar.

     El objetivo principal es divertirse y crear la granja de nuestros sueños, convirtiéndonos en el/la granjer@ que siempre quisimos ser. Sin embargo, y como todo juego mínimamente interesante, a medida que vamos paseando por el pueblo y conociendo a los personajes se nos plantea una serie de objetivos secundarios. Huelga decir que su cumplimiento es muy útil para facilitar el crecimiento de nuestro terreno.

Centro Cívico

     Uno de estos es sin duda el Centro Cívico, un edificio abandonado en el que viven criaturas del bosque llamadas Junimos. Tenemos dos opciones para mejorarlo: o bien ayudamos a esos seres sirviéndonos de la naturaleza y entregándoles algunos de los elementos que vayamos cultivando o recogiendo, o bien apoyamos al MercaJoJa (sí, la misma empresa en la que trabajaba tu personaje) a golpe de talonario. Esta elección afectará, evidentemente, al resto del juego.



     Otro de los puntos fuertes es la Mina, en la cual tendremos infinidad de recursos imprescindibles. En ella, como en el Harvest Moon y otros títulos similares, podremos hallar monstruos, minerales y piedras preciosas. Sin embargo, en esta ocasión contamos con un Gremio de Aventureros que nos otorgará armas y recompensas especiales a medida que cumplimos pequeños encargos, y eso vuelve la recolección más atractiva.

Cientos y cientos de pisos en los que perderse... o caer rendido y perder objetos.

     Sin embargo, si hay algo que caracteriza a este tipo de juegos es la posibilidad de entablar relaciones con distintos personajes e, incluso, formar una familia con algunos de ellos. En este título en concreto hay dos particularidades que no se suelen encontrar en otros.

     La primera es que podemos elegir el sexo y el aspecto del granjero, lo cual no es tan novedoso pero sí se agradece. La segunda es que entre los personajes casaderos contamos tanto con hombres como con mujeres, independientemente del sexo que elijamos para nuestro protagonista. Es de agradecer porque amplía las posibilidades y normaliza las relaciones homosexuales en lo que, por suerte, es una tendencia creciente en los videojuegos.

No pude evitar poner este crossover de Osomatsu... me enamoré en cuento lo vi.

 
     Creo que me he dejado muchos detalles en el tintero, pero considero que hay cosas que es mejor que uno averigüe por sus medios y no tanto por el rollazo (con perdón hacia mi persona) que lancen otros. En resumidas cuentas nos encontramos ante un juego muy elaborado que promete horas y horas de entretenimiento que recomiendo mucho (sobre todo teniendo en cuenta que dentro de poco sale el modo cooperativo...).

     Nos vemos en la próxima entrada.

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