El lobo de Wall Street

He estado retrasando esta entrada durante demasiadas semanas, y la razón es muy sencilla. A pesar de que esta es una película propuesta para los Oscars de este año, el tema en sí no fue de mi especial agrado y la terminé por cumplir, sin verdadero interés.

Se trata en teoría de la biografía de un hombre llamado Jordan Belfort (DiCaprio para el resto de los mortales) basada en una autobiografía escrita por este personaje. La película comienza con sus inicios en la bolsa, inocente corderillo, y nos muestra como poco a poco Belfort pasa a ser uno de los hombres más ricos del mundo gracias a ciertas tretas, juegos sucios y a una depravación que parece no entender de límites.

Los que me conozcan sabrán que el tema en sí no es que me vuelva loca, y mucho menos si tenemos en cuenta que aparecen escenas de drogas y sexo cada dos por tres y que, aunque parezca mojigatería (créanme, ya me han acusado de eso), no lo es. Simplemente no encuentro verdadero placer en visionar films con esta temática. Es como si a un apasionado de la ópera le ponemos reggaeton, para entendernos mejor.

Ay, Jordan, Jordan... Qué calladito te lo tenías ¬w¬

A pesar de ello, he de reconocer que algunas escenas me encantaron, y entre ellas destaca el final por la gran connotación que supone el mismo: hay diversas formas de aprender lo mismo, y unos lo logran mejor que otros independientemente del método que se use. Me entenderán si la han visto, no les quiero spoilear nada por aquí.

Otro de los mensajes que capté y que a veces me cuesta recordar es que en este mundo el principal motor es el dinero, con el cual el protagonista logra muchas de las cosas que se propone... aunque por fortuna no todas, ejemplo de lo cual es el policía Patrick Denham, que es el que empieza a meter las narices a nivel legal sin importarle el estatus de Belfort.

En lo que respecta a la interpretación de DiCaprio, creo que es buena, pero entiendo el motivo por el que no llegó a ganar ese ansiado y famoso Oscar. Le falta algo que no sabría definir con certeza. Tal vez sea que la trama influyó negativamente en la gala, tal vez Matthew McConnaughey hizo una interpretación magistral en su película, la cual no he visto, o simplemente no era su noche de suerte. Sea como fuere consiguió algo mejor: sus propios chistes en Internet. ¿Qué más se le puede pedir a la vida, Leo?

Bueeeeno, vaaaaale. Nos estamos excendiendo con lo del trofeo de marras, pero al menos sabes cómo llevar la situación.

La interpretación del resto de los actores es básica. A ver si me explico: DiCaprio es el que salva un poco la película, porque de no ser por él no creo que me hubiera molestado siquiera en leer el título, y no me falta razón en ello. El reparto, el decorado, la dirección... no tienen nada destacable. Por esto mismo entiendan que no me voy a explayar con nadie ni nada más.

En fin, me estoy afanando más de lo que pensaba con esta reseña. La película como biografía ha intentado ser lo más fiel posible a las peripecias de su autor, pero aún así no le he terminado de tomar cariño, por lo que personalmente no se la recomendaría a mi círculo más cercano. Si eres de los que se interesan por la trama de este film, sin duda "El lobo de Wall Street" te dará la dosis de adrenalina que necesitas. Para la próxima reseña espero escribir sobre algo que se acomode más a mis ambiciones de dominación mundial intelectuales.

No, no es que McConnaughey me guste especialmente. Es que en la peli sale y esto es, tristemente, lo que más caracteriza a su personaje.

Muchas gracias por seguir ahí. Nos vemos en la próxima.