martes, 19 de marzo de 2013

Un saco de huesos, Stephen King

Aquí estoy con otra novela de uno de los autores proclamados como "maestro del terror". Muchos de ustedes ya habrán notado por reseñas anteriores que este escritor me gusta bastante, tanto que incluso ya se podría decir que es mi preferido. De este libro hay filmada una película con el mismo título, pero viendo un par de imágenes por internet ya me di cuenta de varias diferencias entre ellos, quedándome sinceramente con el libro y no con la película. Espero que esta entrada les reulte útil o como mínimo entretenida. Allá vamos.



"Un saco de huesos" es la típica novela de fantasmas, por resumirlo de forma bastante escueta, pero no se imaginen cadenitas ni sábanas de por medio, ya que en las novelas de King es más terrorífica la maldad propia de los humanos que la que pueda tener cualquier ente sobrenatural. Y en esta obra esto se hace bastante evidente.

Michael Noonan es un escritor al que tras al muerte de su esposa le entra lo que él mismo conoce como "bloqueo del escritor", o lo que es lo mismo, le entra pánico a seguir haciendo su trabajo. Esto le obliga a replantearse su vida y decide ir a descansar a una casa de verano que había comprado con su mujer: Sara Risa. Es a partir de este momento cuando las cosas empezarán a torcerse, obligando a Michael a enfrentarse al futuro atando los cabos sueltos del pasado. Les contaría más, pero creo que si lo hago empezaré a hacerles spoiler del libro y no creo que sea plan.

En lo que respecta a los personajes, el que más conocemos es el del propio Michael, ya que es el principal y a través de él es como se nos presentan los acontecimientos. No hay nada destacable en el mismo: es un hombre que cree estar en un lío y para colmo de males se mete en algunos mayores (unas veces con los vivos y otras veces con los muertos). Lo bueno de este personaje es que al menos es el típico protagonista honrado con el que muchos de nosotros nos querríamos ver identificados: ciudadano y persona que intenta hacer lo que ética y moralmente sea mejor. Que lo interprete en el film Pierce Brosnan es un punto negativo a la película.

Sin embargo, el personaje al que más cariño tomé no fue él, sino a la pequeña Kyra Devore, a la cual en la película le ponen unos cinco años más de los que realmente debiera tener. Otra razón más por la que me quedo con el libro: cuanto menos edad tiene un niño, más inocencia aparenta tener y más instinto de protección despierta. Esto es lo que yo me imaginaba:

Me refiero a la rubia, no al bebé. Esto es lo que el libro te da a entender.
 Esto es lo que me encuentro entre las imágenes de la película:

Esta niña tiene 3-4 años y yo soy Barack Obama. ¿Qué más les daba hacer las cosas bien? En esta escena lo único que está bien es la mujer... e incluso eso tiene fallos.
 ¡MALDITOS, SE ACABAN DE CARGAR LA ESENCIA DE UN PERSONAJE!
HEREJES. ¬¬

Ni los malos se parecen, con el odio visceral que Max Devore logró despertar en mi persona. Si es que la vida es injusta.
En fin, después de quedarme a gusto, he de informarles de que el resto de personajes son muy interesantes, tanto los actuales como los fantasmas del pasado. Un pueblo entero con unos horribles acontecimientos que esconder, un hombre dispuesto a todo por salvar a una niña de su cruel e impuesto destino y un pasado con el que reconciliarse. Si estos no son los ingredientes de una buena obra (aparte de un malo detestable y aborrecible en cualquier generación) apagen y vámonos.

Esta es mi reseña, con la cual espero que hayan entendido dos cosas muy claras: la primera, que el libro está bastante bien, es entretenido y no se hace pesado en ningún momento. La segunda es que la película no tiene nada que envidiarle, así que si son más dados a la lectura que al cine les recomiendo que opten por la novela, lo van a disfrutar mucho más.

Muchas gracias por su atención. Hasta la próxima reseña.

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