lunes, 29 de septiembre de 2014

Las cuatro después de la medianoche

Aquí les traigo uno de los pocos entretenimientos que me quedan cuando todo lo demás parece dominado por la ginecología. Sí, me refiero a la lectura esporádica de libros, a los cuales les dedico mi tiempo en el autobús (guagua en canario) o bien antes de acostarme. Y si el autor no es Stephen King, este no es mi blog.

Yo y mi costumbre de poner la portada del libro que me leí. Poquísimas veces tiraré de otro diseño.
"Las cuatro después de la medianoche" contiene dos historias, las cuales prefiero comentar por separado.

La primera de ellas se titula "El policía de la biblioteca", y en ella un hombre de negocios se encuentra en peligro por no devolver a tiempo dos libros que tomó prestados de dicho centro, perseguido y acorralado por un malvado "polizía" que despertará en él recuerdos hasta ahora reprimidos. Es más terrorífico su pasado que todos los entes sobrenaturales que lo acosan.


En esta historia el inicio y el nudo me encantan, sin duda despiertan la curiosidad del lector y hacen que deseemos leer más y más. Sin embargo pierde un poco cuando llega al desenlace, como un obsequio que carece de su esplendor inicial, ya que los acontecimientos se desarrollan demasiado rápido. El final en sí es uno de los pocos que uno consideraría "feliz" con King, algo a lo que no nos tiene muy acostumbrados.

En "El perro de la Polaroid" volvemos a Castle Rock, mundo ficticio de King por excelencia, donde algunos de sus personajes han vivido experiencias muy traumáticas. Es el caso de nuestro protagonista actual, un joven que acaba de cumplir 15 años y recibe como regalo una Polaroid. La cosa va bien hasta ahí, pero una vez se pulsa el botón de la cámara la imagen que sale no es la real, sino la de un mundo alternativo dominado por un perro negro y demoníaco. Un perro que amenaza con llegar al mundo real y matar al muchacho de no hacer nada para evitarlo.


Esta narración es un poco confusa al principio, más que nada porque se enrollan con explicaciones metafísicas sobre lo que "podría ser la causa" de esta manifestación. Por suerte rápidamente toma soltura y disfrutamos de una historia más que decente, con una resolución muy aceptable sin lugar a dudas.

Ahora solo me quedan dos cosas: conseguir "Las dos después de la medianoche" y terminar de una vez de jugar al FFX, en el cual me resta eliminar al boss final. Una vez logrados estos dos objetivos tendrán otra entrada a la vista.

Gracias por todo y disfruten de la vida.

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