lunes, 20 de abril de 2015

White Night

No me suelo atrever con los juegos de terror, ya que soy un poco sensible a los mismos y la ansiedad que dejan en mí las noches posteriores no me agrada nada. Pero en este caso y por recomendación de mi hermana, he hecho una excepción... maldita la hora, porque hubo dos noches en las que me costó dormir. Eso sí, disfruté como una enana.


"White Night" es un título que comienza de forma típica: un hombre tiene un accidente de coche y se mete cojeando en la primera mansión que encuentra (que curiosamente está en el quinto pino en medio de un bosque, ejem) con la esperanza de encontrar un teléfono y pedir ayuda. Pronto entenderá que se encuentra en un peligro mucho mayor del que imagina. Por desgracia para él, no está solo, y más le hubiera valido quedarse a pasar la noche a la intemperie.

La falta de presupuesto hace que sea un juego muy monocromático, pero esto no resulta un punto negativo.

La historia en sí es, desde mi punto de vista, muy buena. Puede que en la última hora de juego uno ya sospeche más o menos cual va a ser el desenlace, pero eso no lo desmerece ni de lejos. Su sobrecogedora y enrevesada trama se encarga de mantener al jugador con ganas de más, y, afortunadamente, todos los sucesos quedan aclarados.

SPOILER EN ESTE PÁRRAFO, SI NO LO QUIERES LEER PASA AL SIGUIENTE: yo lo que entendí del final es que los "fantasmas" eran en realidad parte de las alucinaciones del protagonista, aquejado por su desagradable pasado y los horribles crímenes que había cometido. No sé cómo lo habrán interpretado otros jugadores.

Los personajes son pocos pero están muy bien enfocados, por lo que sabemos desde el principio si son amigos o enemigos. Esto no es muy difícil teniendo en cuenta que solo son tres, pero bueno. Lo verdaderamente importante es el papel que cumplen en la trama y el motivo por el que se han convertido en lo que son actualmente.

Un fantasma de luz que, está claro, ayudará al nuestro héroe a sobrevivir.

La jugabilidad es, sin lugar a dudas, muy buena. Deberemos investigar la casa minuciosamente para seguir avanzando por las intrincadas habitaciones, encontrando muchas veces instrumentos que nos permitan acceder a otras zonas y, lo que es sin duda más interesante, cartas o reportajes que irán desvelando la verdad que hay detrás de la decadencia en la que ha entrado la mansión Vesper.



Sin embargo, y como nada en esta vida es fácil, debemos tener en cuenta dos enemigos muy peligrosos. El primero de ellos es la oscuridad, ya que la casa tiene un sistema de electricidad algo atrofiado. El protagonista no puede permanecer mucho tiempo a oscuras porque empieza a volverse loco y... se acaba la partida. O encendemos una cerilla (limitadas y valiosísimas) o bien encontramos la forma de activar la electricidad de cada zona.

El segundo enemigo es un fantasma ("tacháaaaaan") que tiene la penosa costumbre de ir a por nosotros cual cobrador del frac. La única forma de derrotarlo es con luz eléctrica, quedándose las cerillas en nada, y muchas veces la opción más inteligente es huir.

No se sorprendan si suspiran aliviados cada vez que vean una lámpara. Será lo más parecido a alcanzar el Nirvana.

Lo que sin duda merece especial mención en este título es el diseño del entorno y la banda sonora. Muchas veces estos dan más miedo que cualquier fantasma que pulule por la zona, y ayudan muchísimo a que el jugador se meta en la historia y se identifique con los sucesos que experimenta el personaje. Y pensar que al principio infravaloré el uso del blanco y el negro sin saber las consecuencias que eso tendría...

En fin, solo me resta decirles que White Night es un título imprescindible para todos aquellos a los que les apasione el género del survival horror con un toque antiguo. No se lo pueden perder.

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