Dos personajes comparten el protagonismo en esta obra: Brady Hartsfield es un loco demente cuyo mayor "mérito" ha sido atropellar a varias personas pasándoles un Mercedes por encima mientras hacían cola para hallar empleo. La policía nunca llegó a identificarlo y ahora tiene un plan para acabar con uno de los agentes que llevaba el caso... y que casualmente es el otro protagonista.
Bill Hodges, policía retirado y sin ningún motivo que sustente su existencia, encuentra en la carta amenazadora que le envía Mr Mercedes (Brady para los amigos) un rayo de esperanza y una posibilidad de restituir sentido a su vida. Dispuesto a no dejar ir esta vez al escurridizo asesino, Hodges hará lo que esté en su mano para capturarlo.
Lo más impactante de la novela son sin duda sus diversos personajes. Tanto Brady como Bill tienen mucho que ofrecer al lector en cuanto a lo complicada que puede ser su relación con el mundo que les rodea y con ellos mismos. La vida de Brady se lleva la palma, ya que el destino de su hermano y la aberrante relación que mantiene con su madre son agravantes de su anormal conducta.
De entre los otros personajes cabe destacar a Jerome, un chico negro de diecisiete años muy inteligente y que se une a la investigación de Hodges por la amistad que les une, y a Holly, una mujer que si bien tiene ciertos trastornos mentales, demuestra ser de gran utilidad en el caso. Ambos son más importantes de lo que parece a priori.
El desenlace de la obra es sin duda muy creíble, con una nota de triunfo empañada sin embargo por cierto regusto amargo, ya sea por todo lo que se ha perdido en el camino o bien por lo que deparará el futuro.
Una de las cosas a destacar del libro es que al principio parece un poco lento. Hay muchos lectores que se han quejado de eso, pero yo lo veo perfectamente normal. Las investigaciones no empiezan con las respuestas colocaditas encima de una mesa para que uno resuelva el caso, se debe tener un poco de paciencia y buen olfato para saber dónde buscar, y en eso se tarda un poco de tiempo. De hecho creo que el ritmo de la obra es mayor que el que tomaría una investigación en la vida real (Holly ayuda mucho a acelerar las cosas) y que no hay motivo de queja.
Como colofón de la reseña he de decir que aquellos a los que les interese una buena historia con una lectura sencilla y nada enrevesada y con personajes que despiertan sentimientos de toda índole tienen en su lista de libros pendientes Mr Mercedes.
Yo por el momento me conformo con esperar la segunda entrega de lo que King ha prometido que se convertirá en una trilogía, siendo el segundo tomo "Finders Keepers", en la cual se ven involucrados un escritor, un fan lunático, y un niño que pondrá en peligro a toda su familia. Esperemos que sea mínimamente igual de bueno que su antecesor.
Hasta la próxima ocasión.
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