lunes, 21 de septiembre de 2015

Sakura, cazadora de cartas

Esta es una de las series que ha marcado la infancia de muchos de los que leéis estas líneas. Yo personalmente la recuerdo con especial cariño por varios motivos, siendo el principal que la veía en casa de mi difunta abuela. Con ánimo de recordar viejos tiempos me decidí a revisionarla, y esta vez no me saltaría ningún capítulo.


"Sakura, cazadora de cartas" narra la historia de una niña japonesa que se topa con un libro mágico, liberando por accidente las poderosas cartas que se hallaban en su interior. En un intento por reparar su error, debe usar la "llave-báculo" que acompaña al libro para volver a capturar a los espíritus fugitivos... y aguantar a cierto guardián zampabollos que le hará de guía.


Lo bueno de la serie es que tiene una trama más enrevesada de lo que puede parecer al principio, yendo más allá de los diseños o poderes de las cartas en cuestión. Una vez más he podido disfrutar de las aventuras de Sakura, que se dividen en dos subtramas según las temporadas.

En la primera, y sin duda la que más me gustó, Sakura debe capturar las cartas una a una para que no causen estragos en la ciudad, normalmente en los sitios más inverosímiles. A pesar de que pueda parecer un tanto repetitivo no lo fue en absoluto, ya que dependiendo de los acontecimientos anormales que sucedieran Sakura debía ingeniárselas para averiguar qué carta era y atrapar al ente de la forma más adecuada.


En la segunda temporada, sin embargo, su misión es volver las cartas totalmente suyas (cosa que se manifiesta en una transformación del diseño a un rosa pasteloso) y descubrir el motivo por el que siguen ocurriendo fenómenos inexplicables a pesar de haber resuelto el problema inicial.

Y a mí que me gusta más el diseño de Clow (el original, vamos)

Si hay algo que centra la trama es el conjunto de relaciones personales, en las cuales podemos ver el sello de las CLAMP por todas partes. Firmes defensoras de todo tipo de amor (heterosexual, homosexual, con gran diferencia de edad...), hay muchos momentos en los que la serie parece más un manifiesto de San Valentín que una historia de fantasía.

No me malinterpreten en este punto. Pienso que en cuestión de relaciones, siempre y cuando se elija de forma libre y se respeten los derechos de ambas partes, todo es posible, y nadie es quien para juzgarlas. Sin embargo, me hubiera gustado que elaborasen más la historia centrándose en las cartas y sus poderes (a algunas se las echaba muchísimo de menos) y menos en los amoríos de los protagonistas. Sí, se nota que no soy una chica de historias romanticonas. Bueno, para gustos colores.

Es más que patente cierto toque lésbico en la relación entre Sakura y su mejor amiga Tomoyo (y tengo entendido que en el manga es más evidente aún).

Otro de los posibles puntos flacos es el conjunto de acontecimientos que se repiten una y otra vez y, si bien no se notan tanto con los capítulos espaciados semanalmente, cuando los ves seguidos se pueden volver incluso cansinos.

Por ponerles un ejemplo, imaginen que en un capítulo uno de los personajes le dice a otro: "Yo sé... yo sé que tú en realidad eres...", y justo cuando estamos a punto de saber la parte verdaderamente importante, viene alguien e interrumpe la conversación. Esto no sería tan malo si no fuese la misma persona ni cortase el rollo en el mismo punto como unas siete y ocho veces (aposta, claro está).

¡Otra vez no! Yo es que a la tercera le hubiera dado una patada estelar con destino a la Luna.
Confieso que de pequeña flipaba con los diferentes modelitos con los que salía Sakura a escena, y aunque es verdad que ahora mi hype ha decrecido mucho, no dejé de sentir curiosidad. Será que con esto del paso de los años me centro en las cosas más importantes, que para mí en este momento son los personajes y los acontecimientos en sí mismos.


Para resumirles mi experiencia, he vuelto a disfrutar con la serie, pero debido a que ya ha llovido mucho desde la última vez que la vi, mi perspectiva ha cambiado respecto a ella. Si bien es verdad que es buena y no aburre, considero que se podría haber desarrollado de otra forma (sigo aclarando que esto se debe a gustos personales). Muy recomendable para los más pequeños y para aquellos que se sientan nostálgicos o disfruten con historias románticas atenuadas.

Espero que disfruten de esta y otras entradas posteriores. Hasta la próxima.

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