miércoles, 13 de marzo de 2013

Magna Carta: Tears of Blood

Aquí me encuentro otra vez, damas y caballeros, con otra de mis larguísimas y agobiantes reseñas. Esta vez le ha tocado el turno a un juego que si bien no es nuevo ni innovador compensa estos hechos con lo que cualquiera le pediría hoy día: que sea entretenido. Sin más preámbulos les dejo con este modesto comentario. Que lo disfruten.

Este juego tiene sus añitos, pero no lo menosprecien por eso, se lo ruego.
El tema es el siguiente: nos encontramos en tiempos de guerra entre los humanos y los Yason (una especie de raza humanoide con orejas extrañas, al menos a mi entender), una lucha por la supremacía en la que solo hay sitio para uno de los dos bandos. En medio de este caos, un grupo de humanos renegados conocidos como "Lágrimas de Sangre" son reclutados para proteger a los magos que debieran poner fin para siempre a la contienda con la eliminación de los Yason... pero la táctica falla y ahora la única oportunidad de triunfar es encontrar la MagnaCarta, un poder asombroso que lo cambiará todo.

La trama cuenta con momentos intensos, personajes carismáticos (algunos) y como no, giros argumentales de 180º. Algunos de estos últimos están muy bien explicados, mientras que otros están sacados de la manga y uno se lo tiene que tragar simplemente porque sí, como la aparición estelar de hermanos gemelos o el hecho de que alguien se cambie de ropa gracias a un vestido que "pasaba por allí" en el momento más oportuno. Dejando de lado estas pequeñas y meticulosísimas meteduras de pata, la historia está muy bien desarrollada y el final es bonito, pero me dejó con ganas de más.

Yo también quiero que me dejen regalado un traje así, o al menos la mitad de currado. Ya saben, señoritas de la audiencia.
En lo que respecta a los personajes tengo una especie de bipolaridad sentimental. Algunos de ellos son simplemente adorables o simpáticos, y les acabas cogiendo cariño sí o sí. Otros son demasiado planos para mi gusto, demasiado estereotipados, haciendo que el jugador implore que su intervención se limite exclusivamente a las batallas, que no hable, que no respire siquiera.Y por último tenemos aquellos que pasan desapercibidos por mucho que te los pongan delante, los típicos que piensas "Es verdad, que también tengo a este en mis filas... qué bien."

El prota, Calintz, es el típico ejemplo de personaje duro de mollera al que le hace falta un buen escarmiento. Ah, sí, y para los que no lo sepan, en el juego parece una mujer en vez de un hombre. Más de uno se ha confundido XD.
La jugabilidad es bastante simple: vas viajando por campos abiertos muy similares a los niveles del Final Fantasy XIII, casi idénticos, con la única salvedad de que en este juego además puedes entrar en ciudades, comprar objetos y hablar con la gente en cualquier momento (si es que cualquier cosa es mejor que el FFXIII). En esto te aparece algún enemigo y le tienes que dar antes de que él te detecte y te pegue a ti.

¿Lo ven? Mapita en la esquina y una mujer en medio de la foto.
Una vez hecho esto te transportas a una especie de ring circular de batalla en el que pasarás a luchar como dios manda: pulsando los botones X y O en una coreografía y ritmo propio de cada personaje (por ejemplo: XOX, OOX, y cosas así) y pulsando triángulo solo en los contados casos en los que quieras acceder al menú. En esto recomiendo que se intente usar a todos los personajes posibles por dos razones bien sencillas: la primera es que lo mejor es que te familiarices con todos ellos porque los acabarás usando a todos, y la segunda es porque así el juego es más divertido.


En cuanto a los gráicos, estos podrían ser mucho mejores para la PS2. Lo que debemos de tener en cuenta para poder perdonar el agravio es que aún no se habían desarrollado lo suficiente cuando este juego salió a la venta, y por lo tanto nos tendremos que conformar con algo que no es ni muy bueno ni una bazofia. Aceptable, al igual que la banda sonora.

Lo que a mí me volvió a enamorar de este tipo de juegos es la ropa (en algo se tiene que notar mi feminidad), y si en mi mano estuviera me disfrazaría de más de uno de los personajes de este juego, principalmente del elenco femenino.

Yo quiero cospleyar a alguna de ellas... me conformo con cualquiera, en serio.
Hasta aquí llega una de las reseñas que más he tardado en hacer porque pasarse un juego que ya te sabes de memoria no es nada fácil (me lo volví a jugar para refrescar, vamos). Les recomiendo que lo prueben, que no está nada mal, y que no lo dejen escapar por las apariencias o su bajo precio. Es aceptable y asequible, ¿qué más se puede pedir?

Muchas gracias por leer y hasta la próxima reseña. Sean felices.

2 comentarios:

  1. Gran juego, aunque siempre me quedará en duda si de verdad recordar que eres otra persona diferente te cambia la voz y la personalidad en cuestión de milisegundos. No soy alguien que se fije mucho en los gráficos, si bien los de Magnacarta parece que estás jugando a un juego de PS1.

    Gran jugabilidad, me gustaba meter los combos. Te obliga a apretar combinaciones de botones, te obliga a utilizar objetos, y a cambiar de estrategia según el lugar donde te encuentres.

    Grandes personajes. El prota, Calitz, es un badass afeminado, pero bueh, que puedes esperar de los coreanos.

    Gran música, sobre todo el tema que se escucha casi al final, cuando llegas a al territorio Yason.

    Gran reseña, como siempre nena ;P

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    1. Desaparecido, cuanto tiempo XD. Estoy de acuerdo con lo de los gráficos, parecen de PS1, y con que los combos son una pasada.

      Gracias por comentar :3.

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