lunes, 9 de junio de 2014

Los pingüinos del Señor Popper

En un principio me costó asimilar que es más fácil hacer llorar a alguien que sacarle una sonrisa, pero desde el mismo momento en el que lo comprendí sentí cierta simpatía hacia todos aquellos que pretenden lograr esa gran proeza. Entre ellos se encuentra Jim Carrey, el único por el que me digné a ver la película. Os dejo con la reseña.


En este caso el conocido actor interpreta a un trabajador sin escrúpulos que se encarga de comprar edificios para que la empresa en la que trabaja construya rascacielos en la misma zona. Aunque todo parece irle de perlas en esta ocasión se le van a acumular varios problemas: su nuevo reto no será nada fácil de conseguir ya que la propietaria no quiere ceder y, para colmo, su difunto padre le deja en herencia unos pingüinos (lo más normal del mundo, vamos) que le darán más de una lección.

La película está basada en este cuento infantil, lo que explicaría muchas de las partes ñoñas de la misma.
Si bien es verdad que en la película "Mentiroso compulsivo", por la cual conocí a Carrey, ya interpretó un papel similar, he de decir que en esta le he encontrado bastante flojo en comparación con aquella. No sé si es que se quisieron centrar más en los pingüinos, en el mensaje de "quiere a tu familia" o lo que sea, pero por algún motivo no es tan buena como me había imaginado.

Esto no significa que sea mala, no me malinterpreten. De hecho está bien dirigida, bien argumentada y las actuaciones son decentes. Tiene un final típico para ver en casa o en el cine con toda la familia y además cuenta con unos animalitos monísimos que suplen las carencias. Sin embargo, le falta algo, algo indefinible por mi persona pero cuya ausencia se nota a lo largo de todo el film. A lo mejor es la historia en sí.


Lo mejor sin duda son los pingüinos, cada uno con una personalidad diferente, y está más que claro que son uno de los puntos fuertes de la trama. Pocos son los que no se quedan prendados de esas curiosas aves no voladoras. Más de uno nos encontramos buscando imágenes monas de pingüinos a posteriori, y lo que somos de mantequilla ante los animales nos habremos pasado un buen rato exclamando "¡Qué monoooos!". Es mi toque cursi, que a veces sale a la luz.


Me queda decirles únicamente que es una buena película, pero no una obra maestra. Si quieres aprovechar para que tus hijos se queden quietos un buen rato, para reírte con ellos, eres fan de Carrey o simplemente te interesa este film, no es una mala idea que te lo veas. Bastante recomendable. Nos vemos la próxima semana.

2 comentarios:

  1. No sé por qué me ha recordado a una peli poco conocida de Spielberg titulada "Nuestros maravillosos aliados", o algo así. Otra peli que, sin ser una obra maestra, te hace pasar un buen rato, con algunos golpes bastante buenos. Aunque, eso sí, en varios momentos te toca la fibra, como se suele decir.

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    1. Una vez más repito lo que comenté en "El Cuerpo": mi lista de pelis pendientes va a llegar a ser más alta que yo a este paso, aunque si valen la pena resulta más una bendición.

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